A menudo nos preguntamos qué hacemos bien y que podríamos mejorar para llevar una vida más alineada con un planeta saludable. En un mundo cada vez más globalizado y consumista es más difícil reducir nuestro impacto, pero si nos paramos a pensar en el cómo y, sobre todo, en el que debemos cambiar, podremos estar más cerca de reducir nuestra huella ecológica.
Todo problema tiene su lado positivo, y es que cada vez más personas se plantean un modo de vida sostenible. Para nosotros más que un planteamiento es una de nuestras misiones para este año, aunque también lo vemos como algo divertido. Nuestro objetivo es calcular nuestro impacto medioambiental analizando nuestra propia dieta, modos de transporte, ocio e incluso nuestra forma de vida ¿te unes al reto?
¿Qué es la huella ecológica?
La huella ecológica es un índice que nos indica el impacto que tiene nuestra actividad o forma de vida sobre el planeta. Aunque es imposible eliminar por completo nuestro impacto medioambiental porque necesitamos recursos para poder vivir, hay que reconocer que hoy en día llevamos un estilo de vida ostentoso donde consumimos más de lo que damos, esto no solo es poco saludable para el planeta, también es perjudicial para nosotros.
Nuestro papel como empresa sostenible es clave a la hora de concienciar y educar a las personas para que todos podemos adoptar un estilo de vida más sostenible que no dañe el planeta.
Impacto de la tecnología
¿Hasta qué punto la tecnología es necesaria para desarrollar nuestras actividades diarias? Vamos a analizarlo…
El móvil ya es un dispositivo del que no podemos prescindir, mensajes, llamadas, pagos, redes sociales, compras… Sabemos que es casi imposible eliminarlo de nuestras vidas hoy en día, pero sí que podemos concienciarnos de lo que supone tener un dispositivo tecnológico.
La electrónica necesita minerales escasos y de difícil acceso que se obtienen de zonas en conflicto territorial de áfrica y Asia, a su vez, estos minerales son extraídos sin ningún respeto al medioambiente o las personas. Tener en cuenta esta realidad puede ayudarnos a pensarnos dos veces si cambiar nuestros móviles u ordenadores cada cierto tiempo, todo acto tiene sus consecuencias para el planeta, hagamos que esos actos impacten de manera positiva y no negativa.
Impacto del transporte
Sabemos que desplazarnos en vehículo propio es más cómodo y rápido que depender de transporte público o de una bicicleta, pero hay que entender que supone esto para el planeta, porque no sale gratis.
El aumento de los vehículos supone un aumento en el tráfico y esto a su vez hace que se construyan más carreteras, como todo el mundo va en coche, esto provoca una estigmatización de los medios de transporte más convencionales como la bicicleta, el autobús o incluso ir andando, como consecuencia de todo esto, las ciudades se expanden y perdemos territorio natural.
Creemos que si se hace un esfuerzo en analizar si de verdad es necesario o no coger el coche, reduciremos nuestra huella ecológica y estaremos un paso más cerca de ayudar al planeta. El modelo holandés es un gran ejemplo de ello, en grandes ciudades como Ámsterdam las personas se mueven en bicicleta, de hecho, por el centro de la ciudad solo pueden acceder coches eléctricos con emisión 0. Además, utilizando la bicicleta como medio de transporte supone un gran ahorro en combustible a la larga.
Impacto de la dieta
La industria cárnica y la alimentaria son unas de las más contaminantes del mundo después de la textil, reducir el consumo de alimentos procesados que incluyan plásticos y empleen químicos, ayudarán a reducir la producción de estos, y con ello nuestra huella ecológica.
Aunque sean un poco más caros, los productos ecológicos sin pesticidas ayudan a mantener el planeta y mejorar nuestra dieta. Dicen que somos lo que comemos, por eso una dieta sana y equilibrada es la mejor manera de reducir las emisiones de carbono y la contaminación.
Impacto de nuestro hogar
Aunque creamos que nuestro hogar no tiene nada que ver con el impacto medioambiental es precisamente todo lo contrario, un consumo meditado del gas o la electricidad es clave para reducir nuestra huella ecológica. Por otro lado, la elección de las piezas que incluimos en nuestro hogar también juega un papel fundamental. A veces lo barato sale caro, y elegir piezas funcionales y decorativas siempre será más inteligente si queremos que formen parte de nuestras vidas durante mucho tiempo.
Esperamos que os haya gustado este post y os hayamos ayudado a entender lo que es la huella ecológica y qué podéis hacer y como lo tenéis que hacer para reducirla. En Muekles trabajamos éticamente para ayudar a mejorar el medioambiente. Generar un cambio positivo es un fuerte estímulo para continuar.